Carolina Ruff trabaja a partir del lugar, generalmente utilizando el espacio público como soporte o emplazamiento de su obra. Establece relaciones a partir de superficies y tramas que configuran cierto espacio, buscando formar un vínculo o diálogo entre obra y lugar.
Como operativa de trabajo ha utilizado la simulación, el camuflaje y la (des)aparición para denotar cuerpos, objetos o fragmentos faltantes, ausentes o probables. “Estas prácticas posibilitan situarme en un espacio intermedio, intervalo entre lo visto y lo no visto, desde donde reflexionar sobre lo presente y lo ausente, memoria y olvido, realidad e ilusión”.
A utilizado el bordado, como forma ralentizada de registro o representación de objetos y fragmentos de lugares. Contraponiendo el tiempo de la demora, del perpetuar y permanecer, (propio de este sistema de representación) a lo efímera y pasajera de la realidad y del cambiante entorno y contexto.