El trabajo de esta gran artista radicada en el Reino Unido se destaca por una profunda reflexión sobre la cultura material y todo aquello que rodea a un régimen neoliberal de consumo. Centrándose en los objetos de producción y consumo en masa, Marin profundiza y revela a través de su obra aquellas relaciones subterráneas que se establecen entre sujeto-objeto en un mundo donde la estandarización y las reglas que dicta el mercado nos someten a falsas ilusiones de pertenecer a una supuesta unidad dada por la globalidad.
En esta oportunidad Livia Marin nos sorprende con “Oro Verde” resultado de su última investigación en el que centra su estudio en la Palta (aguacate), fruta que en este último tiempo ha doblado e incluso triplicado su valor comercial, volviéndose un producto de lujo en Estados Unidos, Europa, Asia e incluso en Chile. La artista revela en su trabajo una nuevo fenómeno, en el cual la palta trasciende su condición de alimento para transformarse en mercancía y las consecuencias de esto en nuestro ecosistema: “La muestra reflexiona sobre la tensión que se ha generado entre una labranza manual sustentable y la mecanización de procesos de producción a escala industrial. Los monocultivos industriales aceleran los ciclos naturales de crecimiento y dañan, muchas veces hasta el punto de su eliminación, los ecosistemas de la zona explotada“ en palabras de la artista.
Es así como en la Sala Principal Marin realiza una instalación a gran escala, en la que en una sola obra compuesta de dos o tres series, presenta y representa el fruto de diversas maneras haciendo alusión a su consumo y producción, al lugar que éste ocupa tanto en contextos domésticos y privados como industriales y de exportación, para invitarnos a descubrir las reales relaciones que establecemos con todos aquellos productos que satisfacen nuestras necesidades mercantalizadas para así, ojalá tomar consciencia de las consecuencias que pueden tener en nuestro entorno nuestra actitud depredadora.