Nacido y criado en Puente Alto, Peñaloza presenta una recopilación de pinturas que aluden a la cotidianidad de una cultura callejera poco visibilizada en la escena chilena del arte contemporáneo y que, según el artista, “se rige por la violencia, los vicios y los delitos”. Su trabajo busca traducir a pintura imágenes que muestran situaciones crudas pero comunes de esta cultura callejera. Dichas imágenes provienen de un archivo personal que retrata su entorno y también de capturas de pantalla de internet, que dan cuenta de una realidad e identidad popular que ha sido construida a consecuencia de la exclusión de ciertos sectores de la sociedad.
Concretamente, la muestra consiste en más de una docena de obras pictóricas hechas con esmalte al agua, látex, pintura acrílica, tinta y spray sobre madera, combinando con oficio técnicas tomadas de la calle y de la academia para representar imágenes de la realidad de un sector donde, en palabras del artista, “la muerte es un factor constante y mucho más frecuente de lo que se cree”. De ahí se desprende el título de la muestra, “Róbate el cielo”, una frase que se usa para despedirse de alguien ligado al mundo delictual cuando éste muere.
Sigue Peñaloza: “me interesa mostrar una realidad que si bien para un sector de la sociedad es muy cercana y familiar, para otros es algo lejano y desconocido. Busco comunicar cómo las carencias, la precariedad y la escasa presencia del estado en los barrios, dan paso a la formación de esta subcultura callejera. Además, mis reflexiones siempre transitan en cuál es el verdadero sentido de las cárceles, que parecieran tener como última prioridad la reinserción.”