La Galería Patricia Ready participó en ARCOmadrid 2025
La selección de los jóvenes talentos nacionales, Enrique Ramírez y Amalia Valdés, se centra en la propuesta de un viaje entre la geometría, la metafísica, la historia contemporánea y las complejidades del mundo actual.
El Arte tiene el poder de revitalizar lo cotidiano, revelando aspectos nuevos sobre nuestras vidas y nuestras historias. A partir de cada investigación vinculada a un interés particular, germina una revelación crucial para transformar el mundo.Tanto Amalia como Enrique han decidido partir de su lugar de origen para observar el mundo desde nuevas perspectivas, y así proyectar su mirada en la 44ª edición de la FeriaARCO madrid 2025, a efectuarse entre el 05 y el 09 de marzo.Esta búsqueda también representa un sólido cuerpo de obras que, desde diferentes enfoques y formas de pensar, capturan la esencia y diversidad de nuestra realidad contemporánea, invitándonos a reflexionar sobre nuestras propias percepciones y realidades.
Punto de partida
En un cruce de disciplinas entre la fotografía, el cine, las artes y la narrativa, donde dialogan diversos medios y formas, la obra de Enrique Ramírez (Chile, 1979) refleja la hibridación del mundo contemporáneo. Esta hibridación abarca tanto los lenguajes visuales, como las referencias culturales y sociales que fundamentan sus creaciones.Entre la poética y el realismo documental, sus piezas son una invitación a un viaje que nos impulsa a descentrarnos y observar desde una nueva perspectiva. Proponen cuestionar el espacio, la geografía y sus cartografías, con la arbitrariedad de sus políticas y fronteras, a la vez que repensar la Historia y sus discursos establecidos.Su trabajo libera la palabra a través de la poesía, proponiendo una lectura plural y subjetiva del tiempo, del espíritu y del mundo. Para la serie en ARCOmadrid, el artista reflexionará sobre una idea como punto de partida:“Para construir un jardin necesitamos de un trozo de tierra y la eternidad”, citando al paisajista y filósofo Gilles Clément. Esta frase, convertida en una obra de neón, fue presentada por Ramírez en la bienal Manifesta el 2024 y sirve como eje conceptual para explorar el vínculo entre la fragilidad de la naturaleza y la profundidad de nuestra existencia.Los creadores solo pueden abrir ventanas para hacer preguntas. En este caso, Ramírez invita a viajar con la mirada a través de esas ventanas, sus obras, que abordan un mundo lleno de interrogantes y posibilidades.
Diálogo metafísico
Por su parte, el trabajo de Amalia Valdés (Chile, 1981) está relacionado con las formas puras y simples que habitan en nuestro inconsciente, así como también con la conexión entre símbolos ancestrales de diversas culturas y geografías, con un enfoque especial en Latinoamérica. Su trabajo mantiene una relación precisa y matemática entre color y forma, entablando una conversación metafísica tanto con el arte concreto como con la geometría sagrada.De esta manera Valdés enlaza símbolos andinos con patrones geométricos, combinando y reinventando historias que nos hablan de una armonía universal y reflejan un interés por la astrología y la historia de cada lugar. Sus pinturas son una invitación a reflexionar sobre nuestra percepción de lo sagrado y lo sutil, infundiendo una esencia mística proveniente de lo antiguo y lo ancestral, símbolos atemporales que trascienden tiempo y espacio.
Para ARCO madrid 2025, ella presentará 4 pinturas sobre láminas de corcho que reúnen diversos símbolos sagrados, y que configuran nuevas rutas que invitan al espectador a abrir un diálogo que nos conecte a todos, uniendo experiencias y percepciones en un entramado rico y vibrante donde las capas de significado evocan el origen de un camino recorrido y otro por recorrer. Además, 3 esculturas modulares en madera, exploran desde el juego las relaciones entre lo que está arriba y lo que está abajo, recreando nuevos tótems o ejes del mundo (Axis Mundi), como símbolos conectores de diversos relatos, espacios y tiempos.