Livia Marin nace en Santiago de Chile en 1973
El trabajo de Livia Marin comienza con una observación y re-utilización de objetos de producción masiva y que están presentes en el día a día de muchos. Marin utiliza objetos de consumo masivo y objetos que han sido descartados y que se encuentran en mercados de segunda mano. En este sentido, los objetos que protagonizan su trabajo toman distancia del objeto único y de élite y por tanto de la idealización de su función y diseño. Más bien el trabajo se interesa por los residuos que deja el uso y el paso del tiempo y que van borrando el anonimato y estandarización originaria a los objetos de fabricación y circulación masivas.
En su trabajo, los objetos materiales son entendidos no sólo como mercancías sino que también como significantes de la cultura contemporánea que van registrando las muchas veces omitidas e inadvertidas relaciones que las personas establecen con ellos. El trabajo se enfoca en dar apariencia a dichas relaciones y sugerir formas para aquello que, pese a su insistente presencia en el cotidiano, inevitablemente, escapa. En este afán, una de las estrategias utilizadas en su trabajo consiste en elaborar una cierta extrañeza a partir de aquello que es familiar.